domingo, 28 de octubre de 2007

Análisis del Athletic-Betis

PARTIDAZO el que el Athletic jugó el sábado. La cara negativa, un punto que nos sabe a muy poco, pues mascamos el caramelo 90' y sin darnos cuenta, nos lo quitaron de las manos. Un 0-0 que no refleja ese juego de toque, bien elaborado, vertical y correoso en defensa que mostraron los leones ante un Betis que, ellos sí, lograrón su objetivo: cerrarse atrás todo el partido, y lograr el 0-0, el resultado de Cúper. Proteccionismo puro y duro. Nosotros, en cambio, llevamos el partido a nuestro terreno, algo que no se veia en la Catedral desde ya demasiado tiempo: Posesión descarada del balón, juego elaborado, comenzando la jugada desde atrás, y terminándola con disparo; el incremento de velocidad en nuestro juego que pediamos para no hacernos tan previsibles, una solidez en defensa que augura tiempos felices... Partido serio, así lo calificó Caparrós en rueda deprensa, con todas las letras. El Athletic presentó un cambio y dos "sorpresas" en su once con respecto al del pasado domingo en Pucela: Susaeta le quitaba el puesto a David López, y Koikili mandaba a la grada a Asier Del Horno, ya recuperado de su lesión, y fuera de la combocatoria por "motivos técnicos". Así pues, Jokin dibujó un 4-4-2 para recibir al Betis, con Gorka bajo palos; Iraola, Ocio, Amorebieta y Koikili Lertxundi en defensa; Susaeta y Gabilondo por las bandas, Pablo Orbaiz y Javi Martínez en la parcela ancha, y arriba, el tamdem Aduriz-Etxebe. El Betis recurrió a un 4-4-1-1: Ricardo, Damiá, Melli, Rivas, F. Vega, Juande, Babic, Xisco, Capi, Fernando y Rafael Sobis eran los elegidos para parar a un Athletic que ya se presuponia que iria a por todas con el único fin de brindar una victoria en San Mamés a su publico. Así, comenzó el choque. Ambos equipos estaban algo despistados en el campo; no sabian si estudiar al otro, o atacar en busca de una sorpresa para afrontar un choque más placentero. Con el paso de los minutos, el Athletic tomó la batuta del juego, y fue acorralando a los verdiblancos en torno a sú aréa, impidiendo así el ataque del "otro" conjunto sevillano. Pasada la media hora de juego, Igor Gabilondo tomó la responsabilidad de lanzar una falta idonea para un zurdo cerrado como el donostiarra. Fue algo sorpresivo, pues a su lado estaba Markel Susaeta, el encargado de botar todas las faltas y corners. Ni con esas conseguimos batir al guardameta luso, que sacó una mano cambiada espectacular al disparo, colocado al palo corto, y con efecto descendente. A partir de ahí, el Betis vió que el empate podia ser un botin valiosísimo de su peregrinaje por tierras vascas. Más vale pájaro en mano que ciento volando. Las tímidas contras que lanzaban las detenían con sobriedad los defensas, que se encontraron cómodos en la banda izquierda, con los dos destacados del encuentro: Fernando Amorebieta y Koikili Lertxundi. Fueron contundentes, se anticiparon, tomaron la iniciativa, nutrieron de valiosos balones a los puntas y se entregaron al 100%, se vaciaron. Nada se les puede reprochar. El de Iurreta mandó a toda la zaga con la seguridad de todo un veterano. Aitor Ocio puede estar contento, pues su labor con el espigado zaguero da sus frutos. El de Otxandio, por su parte, superó su tremenda actuación ante el Valladolid, ganándose así la total confianza de la parroquia. Otra ocasión destacable en la primera mitad fue un centro de Aitor Ocio desde 50 metros que Aduriz mandó a la cepa del poste. El 2º en dos jornadas. El dúo Orbaiz-J. Martínez brilló en todo su esplendor en la 1ª parte. Juande y Capi no consiguieron superarlos en ningún tramo del partido, y en defensa, no consiguieron tapar la brecha que abrió el "dúo navarro". Javi Martínez jugó más adelantado de lo normal, lo cual impidió la elaboración del Betis en campo propio (se descosieron a dar patadones), y permitió que el Athletic jugara el balón hasta hilar las jugadas con los puntas, incrementando el número de ocasiones. La segunda parte continuó de idéntica manera a la que cerró la primera. El Betis cerrado en su campo, y el Athletic invadiendo el territorio de los de Heliópolis. En medio del torrente de juego que el conjunto rojiblanco ofrecía al hincha, surgió la figura del pequeño Koikili: recibió un saque de banda, dribló a sus dos marcadores y mando un "pase de la muerte" extraordinario a Aduriz, al que poco le faltó para enviar al fondo de las mallas. Cúper comenzó el baile de los banquillos: el talentoso Edú sustituyó a Xisco, el jugador bético que más se prodigó en ataque, y que fue ayudado por Damiá en la banda derecha. El técnico utrerano sustituyó a Markel Susaeta, muy activo en la segunda mitad, tanto en ataque, mostrando todo su desparpajo, como en defensa. El que ingresó en el terreno de juego fue David López, bastante apagado anoche. Aún esperamos mucho de él. Iraola tomó la responsabilidad de recorrer el carril derecho hasta hartarse, pero tal era su obcecación con el ruinoso arbitraje de Lizondo, que la mayoría de sus pases no llegaron a buen puerto. Somoza sustituyó a Capi, a fin de dar frescura al círculo central. Caparrós sentó a Joseba, que no tuvo su noche, dando así entrada al cuestionado Fernando Llorente. De inicio, fue silbado por no entregarse en la recuperación, pero sacó fuerzas de flaqueza para acallar bocas. Primero, realizó un soberbio control de pecho, tomó posición de remate y sacudió el esférico que Ricardo mandó a córner. Después, otro control en orientación secundado por un flojo remate. Rivera y Ion Vélez fuerón los dos elegidos para el último cambio, sin tiempo para desequilibrar la balanza. Así, se llegó al final del partido, del cual el señor Lizondo Cortés fue protagonista por lo dicho, 2 penaltis no señalados a nuestro favor, e innumerables anécdotas no reflejadas en el comentario. Así, un punto más, y ya van diez. Una mejoría del juego notable que ha de ser refrendada el miércoles en Getafe, y una última nota, la aportación del hijo pródigo de la parroquia, el enganche que falta: Fran Yeste, el 10.


lunes, 22 de octubre de 2007

Análisis del Valladolid-Athletic

Por motivos académicos, no pudimos apreciar los siete primeros minutos de juego, así que se comentarán por lo oído y visto en resúmenes. El Athletic mostraba un "once" con diversos cambios respecto al que Caparrós utilizó ante el Almería: Koikili ocupaba el lugar que corresponde a Del Horno (sancionado), David López pasaba a la banda derecha, Gabilondo partía como titular en la izquierda, y Etxeberria lo hacía como punta. En el Valladolid cabía destacar la ausencia de su goleador, Joseba Llorente, que fue reemplazado por Ogbeche. Los primeros minutos, parece ser, fueron totalmente rojiblancos, con un remate de Aduriz al larguero a los diez segundos. El Valladolid intentó presionar a los "leones", aunque la intensidad que estos emplearon, rompió los esquemas de Mendilibar, que vio cómo a los ocho minutos de juego Aritz Aduriz batía a Butelle. Para algunos fue un golazo, para otros (entre los que nos incluimos) fue un error de bulto del meta francés. Con esto no queremos quitar mérito al jugadón de nuestro punta (que recibió un pase medido de Gabilondo tras un robo de balón en el centro del campo), pero el balón pasa entre las piernas del ex-cancerbero del Valencia (que, suponemos, no se lo esperaba). Los bilbaínos siguieron dominando el encuentro, con un verticalísimo Joseba Etxeberria, que causó estragos en la zaga pucelana ayudado por Andoni Iraola, que jugó al nivel que se le supone. La pareja de centrales también estaba funcionando, hasta que Amorebieta cae lesionado y "Jokin" se ve obligado a realizar la primera sustitución del encuentro: Fernando marchaba cabizbajo hacia el banquillo para que Ustaritz lo supliera. Este último no desentonó, y cumplió su labor en el terreno, acompañado por Aitor Ocio, que estuvo inconmensurable tanto por el juego aéreo como por abajo. El Athletic hacía uso de las diagonales de Etxebe, que encontró apoyo en la banda derecha con David López (que empieza a recuperar su nivel de juego) e Iraola. Pablo Orbaiz comandaba el centro del campo, poniendo ritmo al encuentro, mientras que Javi Martínez estuvo más acertado que en anteriores partidos. En el equipo blanqui-violeta, Ogbeche fue el más destacado, presionó y puso en apuros a los centrales (incluso marcó un tanto bien anulado por el juez de línea). Sisi intentaba continuamente entrar por su banda, aunque un asombroso Koikili no permitió ni una sóla internada por su costado. Así las cosas, llegó el segundo tanto visitante, con un centro de David López que, nuevamente, Aduriz volvía cabecear. "Mendi" sentaba a Borja, para dar entrada a Vivar Dorado, para pelear con Orbaiz por el dominio del mediocampo. El equipo presidido por Macua sufrió un claro penalti, que Pérez Burrull prefirió no señalar. La segunda parte comenzó de manera completamente diferente: los de Caparrós iban entregando metros a los locales, hasta cerrarse en su propio campo. El Valladolid, viendo que tenían tiempo y espacio para maniobrar con soltura, empezó por nuestra banda izquierda (seguramente habrán oído que ese costado era nuestro punto débil), pero Koikili realizo un partidazo de quitarse el sombrero (personalmente, el mejor de los 28 que pisaron el césped). Joaquín Caparrós decidió que Vélez, por su velocidad, era más apropiado para jugar a la contra que Aduriz, así que gastó el segundo cambio. Por su parte, el técnico de Zaldibar, apostó por el joven Kike, delantero, y se retiró García Calvo, central (cambió ultraofensivo). El "catenaccio" de los visitantes daba resultado, hasta que nuestro queridísimo Pérez Burrull se inventó un penalti, para dar emoción al partido. Víctor transformó el penal, y los pucelanos se vinieron arriba. Los locales, con el paso de los minutos, se ponían más nerviosos, y comenzaron a "colgar" balones a nuestra área, pero Gorka, igual de serio e imponente que siempre, lo atrapó todo. Mendilibar, gastó su tercera sustitución: Capdevila se marchaba y Jonathan Sesma ocupaba su parcela del verde. El míster utrerano, quitaba a Etxebe (ya fundido) por Ander Murillo, clara intención de aguantar el resultado los siete minutos restantes. Se consiguió, aunque no sin sufrir hasta el el último minuto. Así que, 1-2 y tres puntos que suponen una buena dosis de oxígeno. Aún así, ahora toca preparar los choques que los enfrentarán con Betis y Getafe, y no dormirse, pues, como con tres puntos nos alejamos del descenso, una derrota supondría la vuelta a los abismos. Por cierto, qué espectáculo de nuestra afición ¡Aurrera mutilak!

lunes, 8 de octubre de 2007

Análisis del Athletic-Almería

El Almería viajaba hacia Bilbao para enfentarse a un Athletic que tenía la imperiosa necesidad de sumar los tres puntos, aunque, por diferentes factores, no pudo ser. En el equipo bilbaíno, Susaeta volvía a la titularidad, aunque en banda izquierda, mientras que en el equipo andaluz, nadie quiso perderse este partido. El choque empezó sin ningún claro dominador, debido, en gran parte, a que González Vázquez (colegiado del encuentro) cortó muchísimo el juego con faltas que podrían no haberse señalado. La pelota no pasaba por los pies de nuestros centrocampistas (debido precisamente a las faltas), lo que impidió la creación de jugadas ofensivas. En el Almería, las cosas no pintaban mejor, siendo Álvaro Negredo el único capaz de llevar "peligro" a la meta de Iraizoz. El gol local, llegó, como no podía ser de otra manera, en una jugada a balón parado. Del Horno sacó en largo de banda, Aduriz peinó el esférico, y Joseba Etxeberria metió la puntera para marcar en San Mamés, tres años y medio después, un gol de "pillo". El partido seguía la misma tónica hasta que, once minutos después, el árbitro (con la "ayuda" del juez de línea) mostró la cartulina roja directa al polémico Asier Del Horno, que enrabietado por la injusticia en la decisión, le comentó algo no muy agradable al linier. Así pues, Caparrós se vio obligado a realizar la primera sustitución de la tarde, sacrificando a Jon Vélez para que Koikili ocupara la parcela del campo que hasta ese momento pertenecía a Del Horno. Final del primer tiempo. La segunda parte empezó bastante más clara tácticamente que la primera: el Athletic se cerró atrás ante un Almería que vio su oportunidad y se vino hacia delante. Sentaron a Bruno y a Juanito, e ingresaron en el césped a Natalio y Corona (dos centrocampistas). Los de Emery podían manejar con soltura el cuero, debido a que Aduriz, al estar completamente sólo en ataque, prefirió no presionar y reservarse para aguantar los 45 minutos restantes. Los recién ascendidos lo intentaron generalmente por el flanco izquierdo, pero un contundente Koikili ayudado por un peleón Susaeta impidieron las llegadas. Después probaron por el centro, pero la pareja Ocio-Amorebieta estuvo eficaz, cuando consiguieron llegar, Gorka Iraizoz (portero para el que se me acaban los calificativos) no dio oportunidades. "Jokin" sustituyó a Etxeberria para dar entrada a David López, lo cual no dio resultado, pues el poder ofensivo de este fue nulo. Al poco rato, un córner botado por Corona fue rematado absolutamente sólo por Felipe Melo, que anotó el 1-1. A partir de ahí, los almerienses bajaron el pistón, y los nuestros adelantaron líneas. Los visitantes se limitaron a cortar las llegadas de Susaeta (al que no pararon de lanzar al suelo), que se mostraba igual de eléctrico que siempre. El técnico utrerano decidió dar descanso a Orbaiz metiendo en el césped a Expósito, con lo cual, Iraola pasaba a ocupar el interior derecho, David López la mediapunta y el ex de Osasuna el lateral diestro. Unai Emery cerró el cupo de sustituciones quitando a Crusat por Uche. En fin, González Vázquez continuó su labor de fastidiar al Athletic (quitándonos córners, sacándonos tarjetas amarillas, perdiendo tiempo en el descuento...) y se llegó al término de un encuentro que acabó con un empate agridulce (más ágrio que dulce). En cualquier caso, nos gustaría hacer un llamamiento a todos los aficionados del Athletic para que mantengan la calma. Somos un equipo en proceso, en construcción, y se necesita tiempo. Démosle a Caparrós ese tiempo tan necesario y nos daremos cuenta de que habrá valido la pena. Por fin hemos vislumbrado el final del túnel, no volvamos a él.

martes, 2 de octubre de 2007

Análisis del Villarreal-Athletic

Disculpad el retraso en la creación de este artículo, pero los bloggers hemos tenido dos días bastantes laboriosos. En cuanto al partido, nueva derrota que no ha sentado muy bien a demasiados. La alineación del Athletic era esperanzadora e ilusionante, con la vuelta de Amorebieta, Orbaiz y Etxeberria (más Vélez, que jugó por primera vez de titular). El Villarreal tampoco dejaba nada en la recámara, dispuesto a continuar con la racha de triunfos. El partido comenzó con un dominio aplastante de los "leones", con un alto ritmo y nivel de juego, que sorprendió al "submarino amarillo". Los locales no pudieron plantear ningún partido ante la exigencia física y táctica que emplearon los rojiblancos. A los pocos minutos, Aduriz dispuso de una magnífica ocasión para marcar, aunque el recorte final le sobró. El Villarreal también tuvo la pelota, pero sus mediocentros (Josico y Marcos Senna) son de contención, y no poseen visión de juego, por lo que no crearon demasiado peligro. Un grandísimo Etxebe hizo estragos en la zaga Castellonense, con internadas de todos los colores. En el equipo de Pellegrini, Pires llevaba la batuta por la banda derecha, y asistió en más de una ocasión a un impreciso Rossi. Los bilbaínos no dieron un respiro al rival, y la intensida del juego no disminuyó en todo el primer tiempo. La segunda parte fue otro cantar. El Athletic salió desanimado, desconcentrado y apático; cediendo varios metros de terreno a un equipo de calidad. Los locales, visto lo visto en el primer tiempo, colocaron a Ángel en el centro del campo y sustituyeron a Senna, dando entrada a Javi Venta. Las cosas les fueron bien, Ángel, jugador de considerable técnica, contó con varios metros para crear y organizar, desguazó al Athletic. Nuestro sistema defensivo se vino abajo, más que nada por la desmotivación. No había sincronización en la zaga, se dejaban hasta cinco metros en los marcajes en banda, desaparecieron las permutas (acción en la que un jugador desbordado es ayudado por otro jugador, mientras que el primero pasa a ocupar su posición)... Del Horno dejó varios espacios, y además, David López cumplió a la perfección la labor de Gabilondo: no bajó ni una sola vez a apoyar y a ofrecer salida a la pelota a Asier. Los mediocentros tampoco consiguieron frenar los ataques rivales, Orbaiz seguramente por cansancio, y Javi Martínez que no encontró su lugar en el césped. Caparrós realizó su primer cambio ingresando a Llorente por Jon Vélez, y a los pocos minutos Nihat abandonó el campo dejando su lugar al "Guille" Franco. Los de Roig continuaron su labor de aplastar a los visitantes, y, por la banda izquierda de los rojiblancos, un centro de Cazorla fue cabeceado (libre de marca) por Fuentes, que marcó el primer y único gol. "Jokin" sentó a Etxeberria para que Susaeta ocupase su lugar, lo cual no dio demasiado resultado (aunque no por culpa del chaval), y el técnico chileno quitó a Pires para dar entrada Matías Fernández. El choque continuó por el mismo camino: constantes ataques por el extremo izquierdo que "deshacían" a los nuestros. Los puntas bilbaínos nada podían hacer ante la incapacidad de los medios para crear, y el técnico utrerano decidió que Iñaki Muñoz ocupase el lugar que a Martínez correspondía. El partido concluyó de esta manera, y, aunque no ocupamos un lugar cómodo en la tabla, no creo que sea como para decir que "vuelven los fantasmas". Recordemos que el Athletic es un equipo en construcción y el tiempo en el fútbol es vital. Como Patxi Alonso escribía hoy en EL CORREO: "En un equipo en construcción, no hay nada peor que cuestionar las bases", aunque si hay que dar algún "toque" a algún futbolista.