lunes, 28 de enero de 2008

Análisis del Athletic-Barcelona

El sábado aterrizó en Bilbao la tropa culé, con el objetivo de sumar los tres puntos para evitar que el Real Madrid dejara prácticamente sentenciada la Liga (aunque aún queda mucho). El Athletic jugaba sabiendo que, una jornada más, no acabaría en puestos de descenso. En las alineaciones, pocas novedades; los "leones" disputarían el encuentro sin Amorebieta (por decisión técnica, para dosificarlo), a quien supliría el comodín de la defensa, Ustaritz. En el Barça, Eric Abidal no forzaría tras regresar de una lesión, y en su lugar Sylvinho ocuparía el flanco izquierdo. Por otra parte, Messi volvería al "once" titular tras dos semanas de ausencia, y el joven Bojan partiría de titular en la delantera. El choque comenzó con los rojiblancos agresivos en la presión y contundentes a la hora de tapar los espacios libres, jugando en campo blaugrana buscando entrar con un juego bien elaborado y nada de juego directo mal empleado (si supieran...). El Barça se vio sorprendido por el planteamiento que los hombres de Caparrós ofrecían en el césped, y se limitaron a intentar salir de la presión y a sacar el balón con balonazos en largo, donde tanto Ocio como Ustaritz se proclamaron vencedores. Poco a poco, los culés adelantaron peligrosamente las líneas, y en una de estas, Leo Messi tocó un balón en carrera que Aranzubia despejaría de mala manera. El rechace fue a parar a Bojan, que marcaría el gol inicial tras un segundo error de Dani, pues ese disparo era más que parable. En cualquier caso, los catalanes tuvieron en ese gol la ayuda arbitral de cada día, pues el argentino realizó juego peligroso sobre nuestro guardameta. Los bilbaínos no se achicaron ni descompusieron, como viene siendo últimamente, y aguantaron con firmeza el tirón hasta el final del primer tiempo. Para la segunda parte, "Jokin" rectificaría y sustituiría a Aduriz (cuya aportación fue más bien pobre, con una clara oportunidad para empatar desperdiciada), por el joven Aitor Ramos, y a Susa (agotado y falto de chispa por saturación de partidos) por Joseba Garmendia, que volvía disponer de una oportunidad para demostrar porqué no se marchó el pasado verano. El planteamiento para los cuarenta y cinco minutos finales era claro: los de Rijkaard creyeron que ya habían hecho (o mejor, les hizo Undiano) todo el trabajo y cedieron a los rojiblancos terreno de juego y la posesión de la pelota, pues continuaron mandando "gorrazos" desde la zaga. Los "leones", aún así, se apagaron algo, tal vez perdieron la fe en remontar por momentos, pero esa sensación fue desapareciendo con el paso de los minutos. EL técnico holandés realizaría su primer cambio, dando entrada a Edmilson por Xavi (clarísima intención de apostar por un fútbol de contención, con líneas atrasadas). Pocos minutos después, el míster utrerano sentaría a Javi Martínez, cuya aportación al encuentro fue primordial, esencial y admirable hasta puntos insospechados. Ayudó en la tarea defensiva, robando un alto porcentaje de balones, ayudó a los compañeros a la hora de marcar a Messi y a Henry, llegó con peligro y creó juego... Fernando Llorente tendría la oportunidad de su vida para reivindicar ese puesto que se merece. Fernando presionó desde los primeros minutos, y su aportación al ataque, unido a la capacidad de pelear cada balón de Ramos, que destacó especialmente, dejaron a los visitantes con cara de preocupación (y no era para menos). Los pupilos del "General" se lanzaron al ataque y llegaron mucho peligro hasta el área rival, aún así, sin descuidar la defensa, pues Ocio estuvo muy seguro, y "Usta" estuvo, por lo menos, a la altura del ausente Amorebieta, anticipándose, seguro en los balones aéreos, apoyando a Koikili en el marcaje Messi (que no se escapó ni una sola vez de Koi) etc. Iraola volvió a dejar detalles de su calidad, y llegó por banda con mucho peligro. Finalmente, ocurrió lo que tenía que ocurrir, llegó el tanto local. Un centro de Garmendia (activo y preciso todo el tiempo que jugó), sería marcado en propia puerta por Thuram. Rijkaard vio que la "jugada" no salió, pues jugó con fuego, e introdujo a Gudjohnsen en lugar de Bojan. El Barça, atemorizado por el empate, salió disparado a marcar el segundo, pero los "leones" buscaron con fe el segundo también, y no se acomplejaron. Así concluyó, con empate inesperado y muy buenas sensaciones. Esa es la línea a seguir, esperemos que este juego se vea reflejado el jueves ante el Racing.

lunes, 21 de enero de 2008

Análisis del Osasuna-Athletic



La victoria en la tarde de ayer hubiera supuesto ese último paso que nos quedaba para hacer hueco entre los equipos que ocupan puestos de descenso y nosotros. Sin embargo, no pudo ser. Tras unas cuantas semanas jugando partido domingo y miércoles, los "leones" no pudieron más. En cualquier caso, no creemos que haya sido la falta de frescura lo que decidiera el choque de ayer a favor de los "rojillos". En cuanto a las alineaciones, los rojiblancos presentaban el mismo "once" que derrocó al Sevilla; el Osasuna apostó por su formación habitual, destacando en la misma al joven Carlos Vela, delantero mexicano cedido por el Arsenal inglés. El partido comenzó con un Osasuna agresivo, que no anduvo a la expectativa sino que buscó el gol desde el primer minuto. El Athletic parecía bien organizado atrás, sin aglomerar futbolistas de cualquier manera, sino que colocados de manera racional, cerrando espacios para evitar que los locales pudieran tocar con precisión cerca del área. El Osasuna encerró varios minutos a los bilbaínos en su propio campo, sin crear demasiado peligro pero evitando que los visitantes se hicieran con el control del encuentro. Cabe destacar la labor de Patxi Puñal y Javi García en la medular, presionando y ahogando a un Pablo Orbaiz impreciso y falto de velocidad para dirigir el juego, y a Javi Martínez, que en esta ocasión corrió sin un objetivo claro, lo cual le fundió demasiado pronto. Las bandas rojiblancas no estuvieron finas. Esta vez, a Markel Susaeta le faltó esa velocidad punta con la que se le caracteriza, y Andoni Iraola estuvo poco participativo y atrevido. Por su parte, David López, que bajo la niebla que reinaba en el Reyno de Navarra se llevó una sonorísima y lamentable pitada de varios energúmenos, dejó algún destello de calidad, pero ni siquiera con la ayuda de Koikili logró driblar y centrar con peligro. Los navarros tuvieron en su banda derecha la mejor vía de ataque, con Juanfran y Azpilicueta activos y habilidosos buscando a Dady, perdido en el área rojiblanca. Eso fue, en líneas generales, lo que nos dejó un primer tiempo en el que abundaron los errores. La segunda parte inició de la misma manera que transcurrieron los primeros cuarenta y cinco minutos: juego impreciso por parte de ambos conjuntos y sin un estilo definido. A los pocos minutos, "Jokin" primero y "Cuco" después, inaugurarían el baile de los banquillos: David López, tras recibir una penosa pitada con palabras malsonantes que no serán repetidas en estas líneas por indignas, dejaría su lugar a Garmendia; lo mismo haría Margairaz con Kike Sola. El juego bilbaíno seguía basándose en torno a su figura, Fran Yeste. Sin embargo, el basauritarra se calentó y, tras recibir un empujón meritorio de cartulina, cayó en el engaño del antideportivo "juego" osasunista y realizó un amago de cabezazo, por el que acabaría expulsado. Mejuto hizo lo primero que se le ocurrió, porque la dimensión de la acción era de cartulina amarilla, pero aún así, un futbolista con una cabeza fría y ejemplar no puede caer en las tentaciones del rival, que se salieron con la suya. Antes de esto, Héctor Font había saltado al césped para suplir a Puñal. La expulsión condicionó totalmente el partido, pues los pupilos de Caparrós se vinieron abajo anímicamente y perdieron a su referencia en el verde. Daba la sensación de que el ambiente hostil de la grada, el jugar sin el líder del equipo, y la agresividad (en el buen sentido de la palabra) de los rivales, habían consumido a los "leones" en un estado de desmoralización completo. Apenas 6 minutos después de que Fran viera la roja directa, un balón lanzado por Dady desde la frontal del área golpearía en Amorebieta y acabaría en las redes. Un minuto más tarde, Vela marcaría el segundo con disparo que golpeó en la madera y rebotó en las mallas rojiblancas. Los visitantes cayeron en lo más hondo y no pudieron levantar la cabeza, se quedaron cruzados de brazos, sintiendo la impotencia que sufrieron ante un rival que poco había hecho para llevarse los tres puntos, únicamente ser el menos malo a la hora de la verdad, porque el Athletic no jugó a nada. Caparrós, cuya capacidad de adaptación a las circunstancias surgidas (la expulsión, los goles, la falta de moral...) fue nula, sustituyó a Javi Martínez por Del Horno para dosificarlo (clara intención de tirar el partido) y a Aduriz, que trabajó pero sin premio, por Llorente. El cuarto de hora restante se transcurrió con el Osasuna tranquilo y el Athletic rendido. Un último cambio "rojillo": Esparza saltaba al terreno de juego para que Vela recibiera la obación que se esperaba. Decimoquintos y con los mismos puntos que el descenso, sin embargo, no creemos que haya que ponerse pesimista. Contra el Sevilla y Espanyol se estalló el optimismo, lo cual fue un error. No repitamos el error pero con resultado adverso, hay que sentarse a reflexionar ya preparar los siguientes compromisos: Racing y Barcelona. Nada es imposible.

jueves, 17 de enero de 2008

Análisis del Espanyol-Athletic (Copa del Rey)

El concurso del Athletic en la actual edición copera se extenderá, al menos, una ronda más. Los "leones" realizaron ayer una hazaña al apear a uno de los (a nuestro juicio) cinco mejores equipos de la Península, el Espanyol de "Txingurri" Valverde. Tras el resultado de la ida (1-1), los catalanes comenzaban con una importante ventaja en el marcador. Aún así, el ex-técnico del Athletic partiría de inicio con un equipo de jugadores de calidad, varios de ellos titulares habituales, con la única baja por lesión de Iván De La Peña. Caparrós también iba a por todas, con un "once" muy similar al de la ida, nuevamente con Muñoz y Tiko formando en el eje del centro del campo. No podremos analizar los primeros veinticinco minutos de juego, puesto que no tuvimos el privilegio de apreciarlos. Por lo que hemos oído y leído, los rojiblancos salieron "enchufados" en el inicio del encuentro, aunque un tempranero gol de Luis García complicaba las cosas. Gol en el que erró de manera grave Dani Aranzubia, que no consiguió blocar un balón suelto y sin aparente peligro. En el minuto veintiuno, Valverde estrenaría el movimiento en los banquillos, sentando a Pablo Zabaleta saltando al césped, en su lugar, Marc Torrejón. El Athletic se vino para arriba por momentos, con Andoni Iraola muy concentrado y atrevido, y Asier Del Horno poniendo ganas y calidad (incluso disparó tres veces con peligro), surgieron ocasiones, aunque imprecisas. En el minuto treinta y dos, el colegiado Rodríguez Santiago mandaría a la caseta al autor del gol "periquito", Luis García, por propinarle un manotazo a Tiko. A nuestros ojos, tal vez sea excesiva la roja, puesto que no hubo intención y fue un golpe fortuito. La expulsión condicionó al conjunto local, que perdió un futbolista rápido, dinámico y capaz de abarcar mucho terreno arriba. Fue esta última cualidad perdida precisamente lo que más damnificó al equipo presidido por Sánchez Llibre. "Lola" Smiljanic y Moisés Hurtado intentaban combinar con Jonathan, único jugador en ataque, pero buscar tan descaradamente al único punta fue muy previsible para, especialmente, Iñaki Muñoz, muy activo en la labor de contención. Podemos dar por finalizado de esta manera el análisis correspondiente al primer tiempo. El segundo comenzó con la primera sustitución rojiblanca: Garmendia saltaba al terreno de juego en detrimento de Muñoz, buscando un mayor poder ofensivo (bajo nuestro punto de vista, error de "Jokin"). Con este cambio, Yeste pasaba a ocupar el centro del campo, haciendo pareja con Tiko, mientras Garmendia ocuparía la mediapunta. Los "periquitos", por instinto de supervivencia, atrasaron las líneas y los "leones", por contra, adelantaron. Tiko destacó en el inicio de los últimos cuarenta y cinco minutos, asistiendo con calidad y precisión a las bandas, donde Susaeta se encargó de regalarnos un despliegue físico impresionante. Yeste, al contrario, al jugar por detrás de la línea-centro del Espanyol, perdía impresivilidad y peligro, y se dedicó a centrar con la calidad que se le presupone, pero esos centros, en el medio campo, se convierten en pelotazos sin sentido. En el Espanyol, Clemente se encargó de darse una paliza subiendo y bajando la banda al estilo Dani Alves. Casi seguidos, se realizaron cuatro sustituciones: para el Espanyol, Jonathan y Riera se marchaban del verde para dejar su lugar Tamudo y Moha, respectivamente; y el Athletic sentaría a Tiko y a Ustaritz, dando oportunidad a Aitor Ramos y Luis Prieto, nuevo error del míster utrerano. La sustitución de Tiko terminaría de "romper" el partido, siendo esto, curiosamente, lo que haría que Yeste se convirtiera en la "brújula" bilbaína, repartiendo a las bandas en profundidad y entre líneas. En el cuarto de hora restante, los visitantes se hicieron con el "control" de un partido en el que no predominaba la táctica. En el minuto 82 Iraola anotaría el tanto del empate en un rechace, tras un cabezazo de Llorente que un brillante Lafuente repelería. Así se llegó a la prórroga. Los equipos estaban muy mermados físicamente y tan sólo Tamudo, con su dinamismo y frescura, logró crear ocasiones realmente peligrosísimas, con larguero incluido. Prieto duró 22 minutos en el césped, pues con doble amarilla acabaría expulsado, lo que casi le cuesta la eliminatoria a los pupilos de Caparrós. El Athletic echado para arriba, con un único central y un único centrocampista, y el Espanyol jugando a la contra, se llegó a los penaltis. Ahí los "leones" se impusieron, logrando una muy meritoria victoria. Lotería dicen. No fue así. La clave fue que "Txingurri" eligió los lanzadores, y "Jokin" dio libertad para que eligieran los futbolistas con más confianza. Seguimos vivos, ¡a por Osasuna!

domingo, 13 de enero de 2008

Análisis del Athletic-Sevilla

El Athletic recibió en la pasada noche al actual campeón de la UEFA y la Copa, el Sevilla. El conjunto hispalense, eso sí, aterrizó en Bilbao con varias bajas: Kanouté, Keita y Koné, por la Copa África; el pichichi de la Liga, Luis Fabiano, y Dragutinovic por sanción; y Kerzhakov por lesión de última hora. Los rojiblancos, por contra, recuperaban importantes jugadores, como son Iraizoz y Aitor Ocio. Caparrós, como ante el Espanyol, apostó por un centro del campo sólido y contundente, con Yeste en la mediapunta. El encuentro tuvo un inicio intenso, con ambos equipos "enchufados", lo que propició un partido muy abierto. El Athletic tuvo en Susaeta su principal arma ofensiva, capaz de recibir balones de los centrocampistas en la línea divisoria y recorrer toda la banda con rapidez, siempre apoyado por un valiente Iraola, para buscar el centro. El centro del campo tuvo una intensa lucha de poder a poder con Poulsen y Maresca, mientras Yeste, con libertad para moverse, tocó la pelota, abrió a las bandas, bajó a recibir e incluso logró abrir el marcador en el minuto 28 de partido. Tras un preciso pase de David López (nulo en el primer tiempo), nuestro "10" ponía el balón en el poste contrario al que cubrió De Sanctis. Antes, Gorka Iraizoz tuvo que salvar a los "leones" de un peligrosísimo disparo de Jesús Navas, que buscó una posición de tiro centrada visto el pegajoso marcaje que realizaba el siempre seguro Koikili (que actuó con la seguridad de que Amorebieta le cubría las espaldas). Tras el gol, los de Manolo Jiménez no se vinieron abajo y se rearmaron, aunque la presión que el Athletic ejercía obligaba a los andaluces a colgar balones al área, donde Amorebieta se proclamó vencedor a la hora de pelear cada balón, con la ayuda de Ocio en la retaguardia. En el minuto 42 de partido, Gorka Iraizoz recaía de su lesión y tuvo que dejar su lugar a Aranzubia, que fue recibido con una ejemplar ovación del público de San Mamés que, de esta manera, rectificaba a la pitada ante el Espanyol. Concluyó el primer tiempo de esta manera. La segunda mitad comenzó con la primera sustitución del conjunto presidido por José María Del Nido: Crespo, cojeando, se marchaba al banquillo para dejar su puesto a Adriano. El Athletic atrasó las líneas en los primeros minutos, ante un Sevilla muy agresivo, que mordía para no recibir mordiscos. Pero una agresión de Escudé a Aduriz, en forma de codazo, sería castigada por Ontanaya con roja directa. Hay quien dice que fue excesivo, pero porque a muchos futbolistas no les expulsen por propinar antideportivos codazos, no significa que no se le deba hechar a dichos jugadores. Tras la expulsión, Manolo sustituyó a Chevantón, que no pudo aportar nada al partido debido a que no era partido para él (vistas las características), y daba entrada al joven Juanjo. Dos minutos más tarde Pablo Orbaiz caía lesionado, en su lugar Iñaki Muñoz tendría una nueva oportunidad para demostrar su enorme valía. El Sevilla, aún con uno menos, no se descompuso y buscó el empate, pero los rojiblancos no se amedrentaron y volvieron a adelantar las líneas. Javi Martínez intensificó el recital que estaba dando tanto en la contención como en la creación, ayudado por el siempre cumplidor Muñoz, las bandas se convirtieron en peligrosísimas vías de ataque para el Athletic, con David López peleón y vertical por la izquierda, y "Susa" realizando un esfuerzo físico admirable por la derecha, eso sí, apoyado por Aduriz (que se dejó caer a la banda) e Iraola, que demostró que su clase continúa intacta. El Sevilla aguantaba como podía las embestidas bilbaínas, pero no era capaz de sacar la pelota con criterio, debido a la exigente presión que se realizaba a media cancha: Aduriz taponaba al central para que no avanzara, Susaeta tapaba a Capel cortando opción de pase, y David López (con la ayuda de Koi y Muñoz) taponó perfectamente a Dani Alves, impidiendo que saliera a toda velocidad por su banda. El técnico hispalense sentaría a Diego Capel para ingresar al luso Duda. Apenas unos minutos más tarde, tras un pase magistral de Fran Yeste, Aduriz remataba a la vez que le hacían un penalti, disparo que despejaría el arquero italiano, aunque el oportuno Susaeta estaba ahí para anotar el 2-0. Los bilbaínos no se conformaron y siguieron la labor, llegando con peligro al mismo tiempo que taponaban la salida rival, obligándolo a realizar pases imprecisos en largo. El Sevilla sólo logró crear "ocasiones" a balón parado, con el especialista Duda no demasiado fino. En la recta final del choque, Llorente saltaba al terreno de juego para dar descanso a Aduriz, muy trabajador durante todo el encuentro. El partido no dio más de sí y finalizó. A esto lo podemos llamar un magnífico plan "B", donde el Athletic creyó en todo momento en la victoria y no se confió en ningún momento. Este resultado ha de ser una importante inyección de moral de cara a compromisos futuros de considerable dificultad, este miércoles mismamente ante el Espanyol, todo es posible...

jueves, 10 de enero de 2008

Análisis del Athletic-Espanyol (Copa del Rey)

Comenzaron ayer los octavos de final para el Athletic ante un rival, a priori, superior (a la clasificación actual me remito). Con unas alineaciones en las que faltaban hombres fundamentales como Orbaiz, Javi Martínez, Ocio, Etxeberria o Iraizoz, por parte del Athletic, o Tamudo, De La Peña, Riera o Kameni, por parte del Espanyol, daba la impresión de que ambos técnicos apostaron por dar una oportunidad a los menos habituales, aunque lo visto en el césped confirmaba que no por ello "tirarían" la Copa a la basura. Caparrós dio el mando del mediocampo a una pareja inédita: Muñoz-Tiko. Mientras Del Horno y Susaeta obtenían una valiosa oportunidad para reivindicar un puesto en el "once". "Txingurri" Valverde confiaría en Jonathan, "Lola" Smiljanic, Moha e Iñaki Lafuente en detirmento de los citados futbolistas ausentes. Una vez más, el Athletic ponía agresividad e intensidad al inicio del choque, con las líneas más adelantadas y con Fran Yeste ejerciendo, por fin, de enganche entre la delantera y el mediocampo. El basauritarra actuaba con libertad y soltura bajo la protección de Muñoz y Tiko, ofreciendo pases en profundidad buscando la espalda de los laterales. "Susa" aprovechó estos balones para realizar jugadas realmente peligrosas, pero Gabilondo no se atrevió a encarar a su marcador e inutilizaba muchas posesiones de balón. Sí lo intentó Del Horno, que con arrancadas espontáneas dribló más de una vez a Pablo Zabaleta. Los "pericos" también llegaron con peligro en alguna ocasión, aunque el juego vertical planteado por "Jokin" dominaba al sorpendido conjunto blanquiazul, cuyo centro del campo estuvo totalmente maniatado por el buen hacer de Tiko y, especialmente, Muñoz. En el minuto 38 de partido, Gabilondo se veía obligado a abandonar el terreno de juego, dolorido y con síntomas de dolor, dejando su lugar a Garmendia. De esta manera finalizó el primer tiempo. La segunda parte tuvo un inicio similar, es decir, el Athletic intentándolo por las bandas y el Espanyol aguantando las embestidas de los rojiblancos, sin descomponerse, pero tampoco fue el equipo dominador que es en la Liga. Eso sí, los pupilos de "Txingurri" lograron avanzar las líneas unos cinco metros, no lo suficiente como para dominar el encuentro pero sí para defender más lejos de su portería. En el minuto 58, Tiko dejaba su lugar a Javi Martínez, buscando evitar que los catalanes se hicieran con el centro del campo. La tónica del partido fue siempre la misma, con pequeñas variaciones, pero con el Athletic elaborando con rapidez y creatividad pero sin efectividad de cara al gol. De pronto, un balón colgado desde la banda, a unos treinta metros, y que Ustaritz protegía sin problemas para que Aranzubia lo atrapara, se convirtió en el gol de Jonathan. Dani dudó en dejársela a Ustaritz o atraparlo el mismo, y entre tanto, el brasileño se deslizó y anotó. Entiendo que la gente esté muy quemada por las pobres actuaciones de Aranzubia, pero la pitada que recibió no tiene perdón, fue lo más lamentable y humillante que hemos visto jamás en San Mamés, sin comentarios. Poco a poco la intensidad del partido fue disminuyendo, aunque no la de Susaeta, que era el baluarte ofensivo de los nuestros. En una de estas, un rechace fue a parar a las botas del eibarrés, que empalmó una volea para dar vida a la clasificatoria. Un nuevo lesionado, Amorebieta, se marchaba cojeando del campo. En su lugar el defensa "comodín" Luis Prieto entraba en acción. Un par de minutos antes, Valverde había iniciado su particular movimineto en los banquillos: Moisés por Ángel. Unos pocos minutos más tarde, eran Luis garcía y Jonathan los que dejaban su parcela del campo a De La Peña y a Tamudo, en busca de un gol que solucionase la eliminatoria. Sin embargo, no ocurrió. El pase a los cuartos de final está realmente complicado, pero somos positivos y creemos que se puede sacar adelante la Copa, ya les metimos dos en Montjuic. Por último, un par de anécdotas: San Mamés rozó el lleno (34.000 espectadores), en día de labor y a las ocho, el público de San Mamés no faltó, una vez más (esperemos que el capítulo Aranzubia quede también en anécdota). La segunda anécdota, el colegiado mandó a Caparrós devolver al terreno de juego sus medidas originales, algo que ha causado polémica y ya son unos cuantos periodistas los que han tildado de "listillo" a "Jokin". Por cierto, a por el Sevilla. NOTA: aún no están disponibles los vídeos del Racing y este.

lunes, 7 de enero de 2008

Análisis del Racing-Athletic

Durísima resultó ser la derrota sufrida en la jornada vespertina de ayer en el Sardinero. La situación clasificatoria actual no invita al optimismo, y el juego desplegado por los "leones" en las últimas citas ligueras tampoco ofrece algún rayo de esperanza. Aún así, y aunque no hay síntomas de mejora con el paso de las jornadas, pensamos que Caparrós sacará adelante la temporada. La presión que está recibiendo por parte de la prensa y algunos aficionados está siendo brutal, recordad de dónde venimos y démosle aún más tiempo a "Jokin". La alineación inicial del Athletic era, cuanto menos, interesante. Especialmente en el centro del campo, donde el míster utrerano ha rectificado por fin a la extraña combinación Yeste-Orbaiz, dando paso a la pareja original Javi Martínez-Orbaiz. Ustaritz suplía a Ocio y Garmendia ocupaba la mediapunta, desplazando a Yeste a la banda izquierda. En el Racing la única baja mencionable era la del joven central argentino Ezequiel Garay. El partido comenzó, como viene siendo últimamente, con un Athletic envalentonado, agresivo y con confianza que, antes de cumplirse el primer minuto de juego, tenía en las botas de Llorente la mejor ocasión de gol del encuentro. Tras plantarse el espigado delantero riojano enfrente del meta Toño, mandó el balón por encima del larguero. Los rojiblancos combinaban bien y al primer toque, escapando muy inteligentemente de la presión del conjunto santanderino, con una muy precisa conexión entre Garmendia y Fran Yeste. Los locales intentaban hacerse con el control de la pelota, pero los pupilos de Caparrós movieron el balón con mucho criterio, creando estupendas ocasiones para inaugurar el marcador, como un "cabezazo" de Llorente que se marchó directamente fuera, desperdiciando así otra magnífica oportunidad. Corría el minuto 17 de partido cuando Pedro Munitis abandonaba el terreno de juego con la muñeca dolorida. En su lugar, el belga Tchité saltaba al césped. Con el paso de los minutos el Racing se hizo con el control del encuentro, con Yeste ocupando la posición de lateral y dedicado a las tareas defensivas (lo cual fue un peligro, porque intentó driblar en zonas próximas al área propia). El centro del campo se vio obligado a realizar un considerable trabajo de contención, aguantando las embestidas de Colsa y Duscher. Nuestras bandas, ofensivamente hablando, eran prácticamente nulas pues David López no aportó ningún desmarque, diagonal o destello de calidad, y Yeste jugó a la par de Koikili. En la recta final del primer tiempo, una falta botada por los de Marcelino encontraba la cabeza de Tchité y, desgraciadamente, también la de Llorente (cuya falta de concentración a la hora de marcar al hombre fue inminente), que anotaría en propia puerta ante un despistado Aranzubia (el cual no salió a por ese balón). Así concluyeron los primeros cuarenta y cinco minutos. La segunda mitad tuvo un inicio similar a la primera: el Athletic, débil e impotente, intentaba con garra pero con escasa calidad empatar el choque que, en cualquier caso, el Racing no dominó. Pronto, Caparrós realizaba la primera sustitución de los visitantes: Garmendia, cuyo nivel tan sólo estuvo a la altura en los primeros 20 minutos, dejaba su lugar a Aduriz. Este último aportó algo de velocidad al ataque, rompiendo constantemente el fuera de juego (pues la línea defensiva de los verdiblancos dejó a Llorente en fuera de juego en muchas ocasiones). Incluso dispuso de dos buenas ocasiones para hacer gol, una la mandó al poste y la otra la despejó Toño. Poco después, Macelino agotaba el cupo de cambios, dando entrada a Pablo Álvarez y a Jordi por Serrano y Colsa, respectivamente. "Jokin" sentaba (demasiado tarde) a David López para ingresar a Susaeta. Susa puso chispa y esperanza al ataque rojiblanco, con profundas carreras en las que se notaron el empeño y las ganas que pone este chaval. Finalmente entró Del Horno por Koikili. El Athletic se lanzó algo al ataque y el Racing lo aprovechó con rápidas contras en las que pillaron a Amorebieta muy despistado (como se notó que no estaba Ocio para llamarle al orden). El choque continuó así hasta el final y los santanderinos se llevaron los tres puntos.

jueves, 3 de enero de 2008

Análisis del Athletic-Hércules (Copa del Rey)

Objetivo cumplido. La masa social del Athletic se inquietaba por este "partido trampa" pero un (aparentemente) cómodo 2-0 saldó las cuentas, así que, a octavos de final. En cuanto a las alineaciones, varias novedades: en el Athletic; Ustaritz suplía al lesionado Ocio, Del Horno ocupaba el lugar de Koikili, Murillo daba descanso a Javi Martínez y Garmendia hacía lo propio con Yeste; en el Hércules, las novedades más destacadas fueron el debut de Unai Alba (en Copa) y el ex-león Sendoa, que dejaba fuera a un indiscutible como Mariño. El choque comenzó con el Athletic dando clara sensación de prepotencia, creyendo que la eliminatoria estaba ya decidida y jugando a un ritmo por debajo de la media. Por contra, el Hércules intentó con el coraje que se le presupone a un equipo luchador hacerse con el dominio del encuentro. Estos últimos no tienen la calidad ofensiva suficiente (o no la mostraron) para llegar tocando hasta el área rival así que, apostaron por centrar desde la banda derecha buscando a Llera en el segundo palo, aunque, tanto Ustaritz como Amorebieta, se mostraron firmes en el juego aéreo. Los "leones" daban arreones de vez en cuando y realizaban unas muy buenas ocasiones, generalmente por la banda izquierda con un espléndido Del Horno, muy activo y peleón. Aritz Aduriz no encontraba apoyo en Garmendia (blandísimo y sin aportar nada, con disparos de poca fe) y sus apariciones fueron diluyéndose con el paso de los minutos con los alicantinos envalentonándose una vez perdido el miedo y el respeto hacia el Athletic. Para que esto ocurriera, hay que señalar la pobre actuación de Murillo, que no se atrevió a profundizar con pases verticales, por tanto, Orbaiz quedaba sólo a la hora de construir. El Hércules lo siguió intentando y se hizo con el control del choque, e incluso mandó una chilena al larguero. Los rojiblancos utilizaron su "plan B", el de toda la vida, pelotazos de Amorebieta para la delantera ante los escasos desmarques en banda de David López y Gabilondo. De esta manera concluyó el primer tiempo. El segundo tiempo tuvo un comienzo totalmente diferente del primero, con el Athletic algo más agresivo atacando por la banda derecha con David López inspirado, que combinó en numerosas ocasiones con el punta Aduriz que, además, supo hacer de "frontón" con los centrocampistas. Los pupilos de "Goiko" no se amedrentaron e intentaron hacerse de nuevo con el control del choque, atacando y defendiendo como un auténtico bloque. Los alicantinos llegaron demasiado forzados arriba, pero pusieron en apuros a Amorebieta en cuanto le presionaban. En cambio, la zaga mediterránea se mostró en todo momento segura. En el minuto 59 llegaba el muy esperado cambio por la afición: Garmendia dejaba su lugar a Llorente. A partir de aquí, los de "Jokin" comenzaron a realizar transaciones defensa-ataque muy rápidas buscando situaciones de superioridad numérica. Poco después, tanto Caparrós como Goikoetxea movían ficha al sentar a Murillo y a Sendoa para ingresar a Muñoz y a Ismael, respectivamente. Apenas dos minutos después llegaba el primer tanto al clavar David López magistralmente una falta en la escuadra de Alba. Podemos decir que aquí se acabó el partido, pues el Hércules ya era todo corazón pero no pusieron calidad a sus acciones. El Athletic prefirió dejar pasar los minutos. "Goiko" tiraba la toalla al sustituir a su jugador de más calidad, Farinós, para dar una oportunidad a Javi González. El encuentro continuó con la misma tónica y en el minuto 90 Aduriz transformaba un penalti para terminar de sentenciar. Aduriz se llevó la ovación del público al ser sustituido por Susaeta y el encuentro finalizó. Esperemos que sea una inyección de moral para el siguiente compromiso liguero ante el Racing.