El Athletic en esta ocasión mereció más de lo que consiguió (el jueves fue al revés), pero ya sabemos que el fútbol es fútbol, quien nos lo va a contar a estas alturas. El partido lo resumió Caparrós en 3 palabras: FALTA DE DEFINICIÓN. El once que puso en liza el utrerano sorprendió a propios y extraños, aunque 3 fueron las novedades con respecto al domingo anterior y Huelva: Gabilondo por Susaeta (incomprensible a todas luces), Yeste por Javi Martínez y Orbaiz por Gurpegui. 3 novedades que dieron un vuelco al juego de los leones, pues pasaron de amarrar en defensa y arriesgar en ataque (que funcionó con el Valladolid y no ante el Recre), a presentar el once más ofensivo que ha mostrado Caparrós desde que entrena al Athletic.
Al equipo le costó algo más de 5 minutos tomar el mando, pero poco a poco Orbaiz y sobre todo Yeste comenzaron a distribuir muy buenos balones a las alas que acababan con magistrales centros al área mal aprovechados por Fernando Llorente (que atraviesa una mala racha) y especialmente por Ion Vélez, que falló goles por un tubo. Gabilondo, como era de esperar, no ayudó nada en defensa, por lo que Balen no subió apnas la banda, aunque cuando lo hizo, mostro un abanico de recursos: diagonales, desdobles, balones colgados desde el área, 3/4 de campo y centro del campo, y una preciosa jugada en la que elude a un rival por pura técnica, pasa entre otros dos en un gesto de potencia, e intenta finalizar con un autopase que se echó demasiado largo. La aportación ofensiva de Gabilondo también fue casi nula. En el otro ala, las mejores alegrías de la tarde: los recuperados Iraola y David López fueron de lo más destacado de la tarde, y demostraron que conectan muy bien y que generalmente desplazarán a Susa a la izquierda, dado que el eibarrés se compenetra con Balen satisfactoriamente. Amorebieta estuvo en su línea, y Ocio, para desgracia, también. Ustaritz siempre ha rendido cuando ha jugado y merece ser de la partida en el Pizjuán. Ocio cuajó un mal partido en Huelva, y ayer, al margen de sus muchos errores en la entrega (se cree Beckham), le dejó los dos metros de rigor que siempre dejan los bilbaínos a Javi Casquero, un jugador que destaca por su disparo a media distancia. Por último, pido que Harmando Potter y La Leyenda de los Tres Palos juegen en el Pizjuán, pues el comienzo de temporada de Iraizoz deja mucho que desear. Si sus reflejos siguen intactos, en los balones por alto falla bastante, y por miedo a salir tarde del área, juega constantemente adelantado. Y no lo digo porque le metieran un gol un gol a lo cuchara desde 35 metros, que manda narices en el minuto 87, lo dije en la primera parte. Gorka está muy nervioso, el año pasado le hubiera leido las intenciones a Casquero, que eran transparentes. Y no le quito méritos al golazo de Javi Casquero.
El domingo que viene, a las 17 horas, como no, volveremos a verles (o no, quien sabe con la guerra de las televisiones). Ésta vez, escalando el primer puerto de categoría especial de la temporada, el Sánchez Pizjuán. Y hay que recordar que éste es el primer partido del ya denominado mesecito en el infierno, esperemos que Caparrós se lleve un extintor.