lunes, 31 de marzo de 2008

Análisis del Recreativo-Athletic

El Athletic aterrizó el pasado sábado en Huelva con un considerable colchón de puntos sobre el descenso (7 puntos), marcado precisamente por el Recreativo. La victoria, por tanto, nos habría situado diez puntos por encima del abismo, aunque nos tuvimos que conformar con un empate que supo a gloria, y que nos mantiene aún en puestos privilegiados. Con Armando nuevamente en la portería, pero sin Ocio (lesionado) ni Javi Martínez (sancionado); Caparrós apostó una vez más por la pareja Orbaiz-Yeste, además de Gabilondo en el flanco izquierdo y Ustaritz en el centro de la zaga formando con Amorebieta. Los locales no pudieron contar con Aitor ni con Martín Cáceres, la estrella del conjunto andaluz pretendida por el Real Madrid; así que Manolo Zambrano concedió esas plazas a Iago Bouzón y a Marco Rubén, apostando por un 4-4-2 sólido y sin fisuras. Los onubenses comenzaron muy activos, y sorprendieron a un dubitativo Athletic, que resultó arrollado ante un rival que jugaba a una velocidad más y con precisión e inteligencia en sus pases. A la hora de defender, los "leones" se mostraron inseguros y demasiado confiados, propiciando errores infantiles en zonas "calientes", con un centro del campo que resultaba ser un auténtico agujero, que Jesús Vázquez y el luso Martins supieron aprovechar para dominar a los rojiblancos en su propio campo. Cuando tocaba crear juego, la imprecisión en los pases de Orbaiz, así como la nula aportación de Yeste (que actuó apenas unos metros por delante de la defensa), crearon desesperación en los puntas bilbaínos. No le funcionó a "Jokin" su planteamiento, así que regresaron a las andadas: pelotazos desde la zaga a cargo de Amorebieta para que Llorente se busque la vida. Tenemos que decir que, en ese sentido, la actuación de Fernando fue espectacular, controlando auténticos "melones" y sacando petróleo de jugadas sin aparente peligro, apoyado por "Etxebe", que no tuvo su día ni suficientes ocasiones para demostarlo. El "Decano" se adelantó en el videomarcador en el minuto 15 de encuentro, cuando un saque de esquina botado con veneno por Martins fue rematado en propia puerta por Amorebieta, que echó en falta las reprimendas de Aitor Ocio. El asedio blanquiazul aguantó otros veinte minutos, cuando los "leones" comenzaron a cambiar de actitud y elaboraron más cuidadosamente las posesiones de balón, buscando la precisión en los pases para evitar rápidos contragolpes del rival, que con la velocidad de Sinama-Pongolle son un peligro en ese aspecto. El primer tiempo no tuvo nada más destacable. La segunda parte dio inicio con un par de sustituciones: Aduriz saltaba al césped en detrimento de Joseba Etxeberria, y Zahínos hacía lo propio con Beto. El choque se reanudó con el "Recre" con el dominio del juego, aunque bajó el pistón en lo que a intensidad se refiere. El míster utrerano volvió a mover ficha, sentando a Orbaiz (que se marchó lesionado) en el lugar de Garmendia. De esta manera, se formó un mediocampo inédito, con Yeste y Garmendia para realizar las labores de contención y creación. Decir que el canterano aportó frescura y encontró espacios para recibir el cuero, aunque no logró solucionar los problemas de creación de juego hasta que Iñaki Muñoz saltó al "verde" en lugar de Yeste. Muñoz sí logró dar consistencia y solidez al mermado mediocampo rojiblanco, y los "leones" le arrebataron, por momentos, el dominio del encuentro a los onubenses. Buscaron las bandas; aunque Susaeta estuvo apagado y se le echó en falta su "chispa", y Gabilondo actuó demasiado lejos del área rival, actuando más bien como interior que como extremo. Eso sí, en todo momento estuvo apoyado por Asier Del Horno, que completó un acertado partido en facetas ofensivas (con buenos balones al servicio de los puntas, apoyos al mediocampo y a "Gabi" etc.) y un encuentro serio y aplicado en defensa, salvando algún despiste de calibre. Zambrano movió banquillo: sustituyó a Sinama por Javi Guerrero para dar descanso al punta francés. Poco después, una buena jugada entre Llorente y Muñoz acabó en tanto visitante de Aduriz, que rompió la sequía goleadora que acarreaba desde hacía 22 jornadas. Zambrano buscó el milagro e ingresó al gigante turco de 1,96 metros Ersen Martin por Varela, pero no dio resultado. Finalmente, el choque se resolvió con empate a uno, aunque el Recreativo mereció la victoria. Importante premio para el Athletic, que suma cinco jornadas sin conocer la derrota y cada vez más cerca de lograr el objetivo que se propuso en pretemporada: la salvación para poder crecer como equipo y como institución.

martes, 18 de marzo de 2008

Lamentable espectáculo

El sábado toda la parroquia rojiblanca esperaba ansiosamente el choque que enfrentaba al Betis con el Athletic en el Ruiz de Lopera, pues la victoria supondría un paso casi definitivo hacia la permanencia. Resumiendo brevemente el choque, los "leones" se adelantaron muy temprano en el marcador, gracias un magnífico tanto anotado por Fran Yeste, que definió con sangre fría tras ser asistido por Llorente con gran maestría. Los andaluces dominaron buena parte del primer tiempo, pues los balones colgados desde la zaga buscaban las espaldas de Iraola aprovechando la extraordinaria velocidad del chileno Mark González. Los rojiblancos aguantaron como pudieron las embestidas verdiblancas, y crearon un juego más pausado y pensado que el de los béticos; con Yeste como director de orquesta, apoyado por Susaeta (activo y eficaz como de costumbre) por la derecha, y por Gabilondo en la izquierda, a quien le cubría las espaldas Del Horno, que no se incorporó demasiado al ataque. A la media hora de primer tiempo, nuestro "10" recibió un tremendo balonazo en las cervicales, y se vio obligado a abandonar el césped, dejando su lugar a Orbaiz. La primera parte concluyó sin nada más destacable. En los 23 minutos finales destacó la imprecisión bilbaína a la hora de jugar el esférico, que acabó propiciando el tanto local, cuando a Asier Del Horno se le escapó Mark González, que anotaría tras salir un balón despedido por el poste. El juego bético no varió en ningún momento, aunque su sistema defensivo erró al cometer penalti sobre Joseba Etxeberria. David López anotó el penalti, y en medio de la euforia, Clos Gómez ordenó repetir el lanzamiento, que David se encargaría de volver a mandar al fondo de la red. Es increíble que cada penalti que lanzamos sea cuestionado, cuando a ningún conjunto se le ordena jamás repetir la pena máxima. Armando se disponía a poner en juego la pelota, cuando una botella de agua destrozó el rostro del meta, provocándole una lesión similar a la que Lafuente sufrió la pasada campaña. El energúmeno fue retenido por un policía secreto, que lo retuvo hasta que los incompetentes y bajos en forma guardas andaluces llegaron para controlar al imbécil que respondía a las iniciales C.P.R. El partido fue suspendido en consenso entre el trenzilla y los capitanes de ambos conjuntos, pues los "leones" no tenían derecho a realizar más sustituciones. Magnífico el trabajo que Macua y su Junta Directiva han realizado en los despachos, pues han logrado que Competición acepte su petición de recibir los tres puntos. 1-2 finalmente y clausura del Ruiz de Lopera dos encuentros, amén de nueve mil euros. Conclusión: el "castigo" se ha quedado corto. Hemos de recordar el suceso ocurrido la pasada temporada ante el Sevilla, donde Juande Ramos a punto estuvo de perder la vida a manos de otro payaso que le partió la cara con una botella de cristal. También cabe destacar que antes del choque, a la entrada al estadio, centenares de aficionados béticos esperaron al autobús bilbaíno, para dedicarle a "Jokin" Caparrós cánticos en los que le deseaban su paso al otro barrio, además de otros cánticos que es preferible no repetir en estas líneas. Una vez concluído el partido, miles de personas esperaron pacientemente para agredir muy seriamente a...¡Armando!, aunque tuvieron para todos, al son de "con ETA metralleta". No es todo, pues el coordinador verdiblanco cuestionó la autoridad del señor Clos Gómez diciendo "¿quién eres tú para suspender el partido sin mi autoridad?, ¡lo prohíbe la Ley!", mientras Paco Chaparro se marchaba riéndose tan alegramente preguntándose porqué se había suspendido el encuentro. ¿Os parece poco? pues ahí va más: Del Nido, presidente del Sevilla, ha declarado que es partidiario de que no se le sumen los puntos al Athletic (no sabía que ahora eran tan amables los unos con los otros). El agresor, que ha salido de prisión tras pagar la fianza, se ha excusado con la siguiente frase: "me dio un pronto". En cambio, no ha tenido la dignidad de disculparse públicamente ante Armando. La plantilla andaluza ha realizado un comunicado patético, alegando que por culpa de un imbécil no deben sufrir ellos las consecuencias. Astiazaran también halagaba la actuación de la afición del Ruiz de Lopera (quién sabe por qué). Y casi lo olvido, el botellazo no fue el único, pues no cesaron de llover botellines llenos de agua, incluido en la celebración del primer tanto. Tres puntos que nos dejan con un pie salvado, aunque ahora hemos de pelear cada partido si fuera el único y no confiarnos de ningún rival. Enhorabuena a Macua y ¡aupa Athletic!

lunes, 10 de marzo de 2008

Análisis del Athletic-Valladolid

El Athletic recibía en la tarde de ayer al Valladolid de Mendilibar, tan necesitado de puntos como los propios rojiblancos. La victoria supondría un paso de gigante hacia la ansiadísima permanencia, amén de un considerable colchón de puntos sobre el trío que forman el descenso. El conjunto visitante es un auténtico bloque homogéneo, que presiona muy arriba gracias a la velocidad punta de sus futbolistas ofensivos, intentando propiciar una defectuosa salida del balón por parte del rival. Con las líneas juntas, intenta ocupar todos los espacios considerados como "vitales". Llegaba, eso sí, sin el hombre referencia de ataque: Joseba Llorente, el futbolista del que tanto dependen los pucelanos. En el Athletic, Gabilondo volvía repetir en el "once" titular en ese "maldito" flanco izquierdo; Orbaiz formaba pareja de Javi Martínez en el mediocampo; y Aduriz hacía lo propio en la delantera con el enrachado Fernando Llorente. Con este 4-4-2, los "leones" sorprendieron al equipo rival, planteando un encuentro muy activo al tiempo que se rechazaba cualquier especulación ante un conjunto que sabían no malgastaría su oportunidad en caso de llegar. A los cinco minutos, Igor Gabilondo cabecearía con maestría un magnífico centro de Llorente, y se lograría anotar el primer tanto. Los bilbaínos no se cerrarían, sino que mantendrían esa intensidad y las líneas adelantadas, propiciando una cuantiosa cantidad de metros a la espalda de la zaga del conjunto dirigido por Caparrós. Visto este planteamiento, Mendilibar dejó patente cuáles eran sus intenciones: utilizar esos espacios para aprovechar la velocidad anaeróbica de futbolistas como Kome o Jonathan Sesma. Precisamente fue Kome el que le dio la tarde al siempre correoso Koikili, quien posiblemente viviera su encuentro más complicado desde que llegara a la categoría de "oro", aún así, volvió a aprobar. Con todo, debemos señalar que "Koi" no contó excesivamente con la ayuda de Gabilondo (a quien compensarían sus goles). Poco a poco, Pablo Orbaiz, quien había estado espectacular a la hora de anticiparse como a la hora de dirigir el juego rojiblanco, comenzó a descender su nivel (todos sabemos que Pablo acaba resintiéndose de sus múltiples lesiones); y el centro del campo visitante lo aprovechó, aunque tuvo que enfrentarse a un esplendoroso Javi Martínez, que sostuvo toda la línea medular él solo. La banda diestra del Athletic estaba muy cubierta, y tanto Susaeta como Andoni Iraola recibieron en todo momento un marcaje doble. Cuando este último reultaba desbordado, Martínez se desfondaba realizándole la cobertura a nuestro lateral. En el otro lateral, cada vez que era Koikili el desbordado, Amorebieta, magnífico una vez más, era quien se encargaba de la cobertura. Aún así, en más de una ocasión llegaron los pupilos de "Mendi" a la meta defendida por Armando, que salvó a los "leones" cuando más apretaron los visitantes. De esta manera concluyó un primer tiempo marcado por la batalla táctica que ambos equipos libraron. La segunda parte comenzó con la primera sustitución del encuentro: el joven y habilidoso Sisí saltaba al césped en lugar de Borja, buscando explotar a la desgastado zaga rojiblanca. El Athletic continuaba cediendo metros al Valladolid, quien creía que comenzaba a controlar el encuentro. Sin embargo, no nos dio la sensación de que la victoria se escaparía, pues los "leones" no se cerraron atrás con el único objetivo de no recibir goles, sino que jugó a la contra, y le salió bien: En un contraataque, Aduriz sería derribado por Pedro López, que vería la cartulina roja directa. Poco después, el propio Aduriz sería sentado en detrimento de Aitor Ramos, quien aportó trabajo en la presión actuando más bien de mediapunta. Siete minutos más tarde, un nuevo centro de Llorente, acabaría en gol, pues el esférico se le escapó a Asenjo de las manos y, nuevamente "Gabi", marcaría el segundo. El técnico pucelano volve´ría a mover ficha, dando entrada a Capdevila y a Ogbeche en lugar de Kome y Sesma, respectivamente (pues estaban agotados). "Jokin" tampoco se reservó e ingresó en el "verde" a David López por Susaeta, con la única misión de aportar trabajo en la constante presión. Los nervios se apoderaron de los vallisoletanos, aunque elaboraron cuidadosamente cada jugada, esperando encontrar algún hueco en el área. La defensa bilbaína, sin embargo, no cedió espacio alguno, y finalizó colgando precipitadamente balones al área de Armando. Llegó el último cambio, cuando Garmendia suplía al desfondado Orbaiz. El choque parecía visto para sentencia, aunque Ayza Gámez (lamentable como de costumbre) descontó siete minutos. Por lo tanto tres puntos más, y ya van 33. La salvación se vislumbra a lo lejos y no es momento para relajarse, es nuestra obligación aprovechar esta racha de encuentros para logar un salvación más holgada.

lunes, 3 de marzo de 2008

Análisis del Almería-Athletic

El Athletic logró arrebatarle un valioso punto al Almería en la noche de ayer. Nos encontrábamos ante un partido "trampa" pues, aunque recién ascendido, los andaluces practican un magnífico fútbol, con unos principios muy definidos. Es un equipo que junta las líneas y presiona muy arriba, aprovechando la velocidad punta de Negredo y Crusat. Muy disciplinados tácticamente, resulta muy complicado encontrar espacios libres y suficiente tiempo como para romper las líneas almerienses (especialmente su mediocampo, el cual defienden con uñas y dientes). Bajo nuestro punto de vista, el planteamiento bilbaíno debió ser éste: hacerse con el control del partido y dormir el esférico en el centro del campo, buscando algún despiste en la zaga para "matar" al rival, aprovechando la velocidad de Susaeta y Etxeberria para romper las sólidas líneas almerienses. Pensamos que éste método no hubiera desfondado a los "leones" y, de ser así, se podría haber recurrido a un plan B: cederle el cuero al equipo de Emery y lograr una muy buena predisposición táctica, racionalizando los espacios, para luego vivir de las contras. "Jokin" colocó a "Etxebe" de segundo punta "tirado" a la banda diestra, y a Gabilondo en la izquierda (lo cual provocó la ubicación de Yeste en el mediocentro). Los locales apostaron por su once de gala. El Athletic comenzó a un gran nivel; en defensa tapando la salida del balón del rival cortando las líneas de pase de banda (ahí son mortales con su velocidad); y en ataque hicieron de las bandas su principal arma, con "Susa", Joseba e Iraola logrando superioridad numérica ante el solitario Mané (que debió ser expulsado, pues estaba muy caliente y propició duras entradas). Fran Yeste movió el balón con calidad, abriendo a banda y temporizando el balón cuando había que hacerlo y saliendo de la presión de Juanito y Corona con asombrosa habilidad, apoyado por Javi Martínez, que aportó en la contención (aunque echó en falta a Orbaiz). Así se desarrolló la primera mitad de partido, con un arbitraje más que condicionador de Undiano Mallenco. Para el segundo tiempo, Caparrós intentó sentenciar con un tempranero tanto, el cual no conseguirían, pues el arquero brasileño Diego Alves sacó un disparo de Gabilondo, y Susaeta desperdiciaría otra buena ocasión. Emery apostó por un doble cambio: ingresó a Ortiz (José) por Ortiz (Juanma), y a Soriano por Felipe Melo. Con ésto, Unai añadió calidad y pausa a un equipo algo amedrentado, además de velocidad y piernas frescas. Seguido llegó el gol local cuando Negredo transformara un justo penalti cometido por un inocente Yeste. Error defensivo se dice, pero teníamos a los dos centrales amonestados y hubiera supuesto una expulsión. Los andaluces se vinieron para arriba, con Crusat como principal arma, aunque un portentoso Iraola lo secó de tal manera que ya no se atrevieron a profundizar por su banda los rojiblancos (una de las claves, pues además aportó muchísimo al ataque). El míster utrerano sacrificaría a Javi Martínez y al capitán de los "leones", para dar entrada a Orbaiz y a Aduriz. Con Pablo todo cambiaría, pues se añadió calidad, temple e inteligencia a un mediocampo muy mermado, con Fran reventado. En el minuto 72 Pablo lanzaría un preciso pase de varios metros al más puro estilo Paul Scholes, Suseta (partidazo de la joven perla) se la dejaría de cabeza a Llorente, que volvería a anotar de cabeza un golazo. Los visitantes se cerraron atrás, echando en falta a Javi Martínez en la frontal del área, y asumieron que un punto era un muy buen resultado. El tanto almeriense estuvo cerca de llegar, y tan sólo achacamos al técnico que no hubiera pedido algo más de cabeza para controlar la situación y el mismo balón. Aún así, felicitamos a "Jokin" porque consiguió amarrar el punto ante un envalentobado Almería. Llegaron las últimas sustituciones: Uche por Corona para los de Emery, y Ustaritz por Susaeta para los pupilos de Joaquín Caparrós. De esta manera finalizó el choque, y nos colocamos un punto por delante del descenso. Importantísimo lograr la victoria en San Mamés ante el Valladolid. Aún así, no es una final, pero hay que hacer los deberes lo más temprano posible, pues estamos en un mes decisivo para asegurar la permanencia.