Tras un período vacacional de dos semanas en lo que al blog se refiere, regresamos para la recta final de la temporada. En los catorce días en los que hemos "desconectado", el Athletic ha cosechado dos derrotas y una victoria; ante Real Madrid, Mallorca y Murcia, respectivamente. Resumidamente, respecto al choque ante los campeones se aguantó con solidez la primera parte, donde pudieron haber sentenciado con un penalti detenido por Casillas a Garmendia, amén de un cabezazo de Etxeberria. En la segunda parte resultó evidente la anarquía rojiblanca. Ante el Mallorca se realizó un muy buen primer tiempo, pero, con el 1-1, los "leones" no supieron mantener la posesión del esférico en los cuarenta y cinco minutos finales. Ayer, los alumnos de Caparrós sumaron su quincuagésimo punto ante los santanderinos, con lo que dan prácticamente por cerrada una magnífica campaña, aunque aún queda el aliciente de la Intertoto. "Jokin" apostó por un "once" repleto de titulares, donde destacaba el regreso de Carlos Gurpegui al mediocentro, además de la presencia de Garmendia en la mediapunta. En el Racing, las principales ausencias eran el central Ezequiel Garay, el lateral zurdo Ayoze y Tchité; a quienes les reemplezaban Moratón, Oriol y Ebi Smolarek, respectivamente. Se preveía un choque duro, de contacto y muy estratégico, y así resultó ser. El encuentro resultó ser una lucha de poder a poder, con un Racing muy ordenado tácticamente, agresivo en la presión en el mediocampo, con tres líneas perfectamente definidas y una defensa inexpugnable. Los rojiblancos no fueron menos mientras no poseyeron el cuero, y se mostraron hábiles en los repliegues defensivos, destacando un mediocampo agresivo formado por Javi Martínez y Gurpegui que encontró en todo momento la manera de taponar la salida del balón del conjunto montañés. Así las cosas, no se podía esperar otra cosa sino una contienda muy trabada y en la que el más mínimo error condenaría al conjunto más despistado sobre el "verde". Compartimos totalmente la idea expresada en la noche de ayer por el míster utrerano en la rueda de prensa previa al choque, y en la que afirmaba que "hemos madurado, este partido en la primera vuelta lo habríamos perdido". También resultó clave la aportación tanto ofensiva como defensiva de los laterales rojiblancos: Iraola y Del Horno. Especialmente este último se mostró activo en defensa (ayudado permanentemente por un trabajador Igor Gabilondo), aunque estuvo impreciso en varias ocasiones a la hora de jugar el balón. Bien es cierto que sus intenciones fueron realmente peligrosas. En el conjunto dirigido por el asturiano Marcelino García Toral, destacaron las líneas defensivas y de mediocampo. Esta última línea, formada por Colsa y Duscher, "devoró" a Joseba Garmendia, que aunque comenzó a un gran nivel, fue diluyéndose con el paso de los minutos. En cuanto a la zaga verdiblanca, supieron amarrar a Llorente, al que no le llegaron balones en condiciones como para crear peligros. Aún así, trabajó a destajo y no paró de pelear con los centrales del Racing. Para el segundo tiempo, el congoleño Tchité ingresaba en el césped de San Mamés en detrimento del internacional polaco Smolarek, buscando más velocidad y frescura para intentar rematar a una zaga algo "tocada" tras un intenso primer tiempo. El encuentro continuó en la misma línea, y se le echaba en falta a un futbolista de la calidad decisiva de Yeste que pudiera romper la monotonía del choque. Sin embargo, el que saltó al terreno de juego fue Iñaki Muñoz, que pasó a ocupar el centro del campo, movilizando a Gurpegui hasta el lateral diestro, pues Iraola era el sustituído por una sobrecarga en el bíceps (es urgente la incorporación de un lateral). En su nueva ubicación, Carlos se mostró cómodo y cumplió con creces, pues defendió con uñas y dientes su parcela del césped y se atrevió a incorporarse continuamente al ataque, ayudando a Susaeta que, una vez más, mostró su chispa y su velocidad para ser la principal vía de ataque bilbaína, aunque le falló el pase final. En el minuto 71, Marcelino sentaba a Munitis (poco productivo en todo momento) para dar entrada a un tercer central: Sergio Sánchez. Poco después, era "Jokin" quien movía ficha: Aduriz entraba para intentar dar un último toque a la zaga santanderina en lugar de Garmendia. El partido no varió en ningún momento y, ya en los cinco minutos finales, Yeste saltaba al césped (tal vez como escarmiento por el rifi-rafe del lunes) y únicamente le dio tiempo de ver una cartulina roja una vez finalizado el encuentro, por lo que alarga una semana más las vacaciones y no estará en Sevilla, al igual que Asier Del Horno.
lunes, 12 de mayo de 2008
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1 comentario:
Garganta Profunda dice:
Es la primera vez que hago el comentario nº 1 a un artículo,
y ¡en viernes!.
¿Qué pasa?
Esto ya no es lo que era.
¡Ya no hay tensión de ningún tipo!
(Y yo, en realidad, sólo quería decirle a Sparrow si estaba por ahí, que no se le olvidara hoy tomar café)
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