Todo comenzará en la localidad de Huelva, concretamente en Isla Canela, un lugar que el técnico utrerano conoce bien, pues ya eligió ésta sede en anteriores etapas. El cuerpo técnico rojiblanco ya se ha encargado de supervisar las pertinentes instalaciones, que parecen ser de su agrado. Varios terrenos de juego en perfecto estado, gimnasio provisionado de todo aquello que se requiere y, por supuesto, playa. Sabemos que Caparrós es un "enfermo" de la preparación física, y la playa es el lugar idóneo para trabajar éste aspecto, amén del gimnasio, el cual seguro que "Jokin" aprovechará bien. En ésta estancia será fundamental también la aportación de Javi Reyes y Bernardo Requena, que establecerán las bases físicas de todo el año. En Huelva disputarán dos choques, frente al Ayamonte y frente al San Roque (en los cuales, seguramente, recibirán los canteranos su primera oportunidad para tratar de convencer al míster), además del prestigioso torneo local: el Colombino, donde los bilbaínos tratarán de hacerse con la "carabela" tras deshacerse de Málaga y Recreativo. La siguiente parada en la pretemporada será nada más y nada menos que Marruecos, aunque aquí será para disputar un torneo local. En el país africano se enfrentarán en semifinales al vencedor del encuentro entre el Charleroi belga o el FAR marroquí y el Nantes francés. En caso de ganar, el Athletic se mediría en la final, muy probablemente, al Udinese italiano. Tras Marruecos, los "leones" viajarán a Tenerife, en aras de medirse al Club Deportivo Tenerife. Dos días después será el Eibar el rival en Ipurúa, y ya en septiembre, disputarán un último amistoso preparatoria ante el Aluvión de Cascante.
Como se habrá podido comprobar, muchos partidos en la presente pretemporada, donde Joaquín Caparrós tratará de, progresivamente, ir inculcando sus ideas y conceptos futbolísticos a sus pupilos. ¿De qué conceptos hablamos?, realmente, sólo Joaquín lo sabe, aunque, por sus declaraciones tanto como las del propio Luciano Martín y siguiendo la línea de la pasada temporada, podemos hacernos una idea.
Primero de todo y como ya adelantábamos antes, Caparrós y su cuerpo técnico no se detendrán hasta hacer del físico de los rojiblancos una arma poderosa, con la cual se cree llegaremos al final de la Liga en condiciones óptimas. En éste aspecto, recalcamos la aportación de Requena y de Escribano. Bien es cierto que el pasado ejercicio algunos futbolistas sufrieron más de la cuenta físicamente, caso de Yeste, que tuvo que modificar de puesto y de rol y sufrió las consecuencias. Así que Requena, especializado en fuerza, se encargará de corregir ésto. Escribano hará de la alimentación otra clave, y ya tenemos los antecedentes de otros de sus equipos como Sevilla o Getafe, que se caracterizaron por ser capaces de arrollar a los rivales durante los noventa minutos (al más puro estilo de la Alemania del mundial de hace dos años).
Otro de los "mandamientos" de Caparrós será evaluar y enseñar a los "cachorros". Ésta vez contamos entre éstos con Ander Iturraspe, Ismael López, Iker Muniain, Jonás Ramalho e Iker Guarrotxena y; más que posiblemente, alguno acabe en el primer equipo. Iturraspe (19 años) es un mediocentro alto (1,87 metros), de buena complexión física y bueno en el juego aéreo, por lo que dicen; Ismael es la perla de la cantera: interior zurdo rápido, habilidoso y con gol de 18 añitos, aunque tendrá que marcharse con los sub-21 por éstas fechas; Muniain es el niño prodigio: mediapunta de 15 años, técnico y considerado el mejor sub-16 del país; Ramalho es un lateral o central de 14 años que aprende a pasos agigantados, según dicen: bueno técnicamente y con buen físico para su prematura edad; por último, Guarrotxena es un mediocentro que destaca por su visión de juego y buen manejo con los pies del balón.
Para finalizar el artículo, comentaremos los propósitos tácticos del míster, guiándonos única y exclusivamente de la pasada temporada. Se intentará crear (o seguir creando, mejor dicho) un equipo con casta, aguerrido, suelto, imbatible en casa e "incómodo" (en palabras de Luci a Mundo Deportivo) fuera de su feudo. El sistema básico será el 1-4-2-3-1, con la variante del 1-4-4-2. Las premisas y patrones tácticos será los siguientes: un portero completo y que proporcione seguridad (Iraizoz, con el gran Armando en la recámara) y un equipo en el que no se diferencie el ataque de la defensa: todos atacan y todos defienden. Sin el balón, habrá un punta presionando a los centrales rivales para obstaculizar la salida del balón, con los interiores y el segundo punta taponando las posibles salidas limpias del esférico (se busca que el central rival rife el cuero). Los mediocentros deberán realizar la cobetura o permutar a los laterales si éstos han sido desbordados, y buscarán no ceder metros (al menos no hasta la frontal del área) frente al posible acoso rival. Los centrales habrán de mostrarse seguros en el juego aéreo y apoyar en todo momento a los laterales, además de mostrar una concentración extrema para no romper o desequilibrar el entramado defensivo. La transición defensa-ataque será de vital importancia, si, tal y como pretende el míster, se quieren efectuar ataques rápidos y efectivos. Con el balón, existirán dos opciones: los ataques rápidos de los que hablábamos y un juego más pausado, basado en las temporizaciones. Para los ataques rápidos y contraataques, se necesitará de la aportación de un central con frialdad y habilidad para sacar el balón jugado, igualmente, deberán haber extremos con muy abiertos a banda y un mediocentro veloz (tanto física como mentalmente) y técnico que no atasque la posesión de balón, además de un punta veloz y capaz de recibir en carrera. Para el juego pausado, la clave será la tranquilidad y la sangre fría. Deberá el mediocampo tener la espaldas protegidas por los centrales, claves en caso de perderse el balón. Los mediocentros habrán de ser hábiles de pies y con capacidad para esperar hasta encontrar el error o lo descompensación defensiva rival y meter un pase al hueco. Los interiores o extremos tendrán que ensanchar el campo (hacer "campo grande") para abrir ésos espacios necesarios que comentábamos antes, y estarán apoyados por los laterales, que les desdoblarán para lograr desmarques de arrastre. El segundo punta es la clave en éste estilo de juego, pues tendrá libertad para buscar el balón dentro del espacio vacío o apoyar en banda a la oxigenación de la jugada. El punta podría ser alguien alto y fuerte para forcejear con los centrales rivales y aprovechar las jugadas a balón parado.
Por último, comentar que el joven meta del Bilbao Athletic, Raúl Fernández, jugará cedido la próxima temporada en el Conquense en busca de los minutos que en Lezama se le negaban.
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