miércoles, 16 de julio de 2008

Y llegó "Iñigol"

El Athletic anunció en la pasada noche a través de un comunicado en su web oficial que el delantero vitoriano del Real Murcia, Íñigo Vélez, recalará en la disciplina rojiblanca tras haber llegado el futbolista a un acuerdo con el club murciano para rescindir su contrato. De ésta manera, "Iñigol" firmará por dos temporadas con los "leones". En el pasado artículo comentamos algunas de las características del ex del Eibar, pero ahora analizaremos un poco más de fondo al nuevo jugador del Athletic, así como lo que puede aportar deportivamente al equipo.


Íñigo Vélez de Mendizábal Fernández nació el 15 de Marzo de 1982 en la localidad de Vitoria (Álava). Se formó en el Aurrerá Vitoria en Segunda División B en las campañas 2000/01 y 2001/02, disputando 15 (dos tantos) y 36 (trece dianas) partidos. En el siguiente curso el Espanyol B se hizo con sus servicios, aunque en la temporada 2002/03 no disfrutó de minutos. El próximo ejercicio resultó más fructífero, pues acumuló nada más y nada menos que 25 encuentros, anotando cuatro goles. En aquel momento llegó el interés del Eibar por el futbolista, que se transformó en forma de traspaso a la entidad de Ipurúa. Tres temporadas, 83 partidos y trece goles es el balance individual del joven Vélez de su paso por el conjunto guipuzcoano. El pasado año se especuló precisamente con un presunto interés del Athletic, pero fue el Murcia (entonces de Lucas Alcáraz) el que se llevó el gato al agua, firmándole Jesús Samper una claúsula de 15 millones de euros. "Iñigol" firmó una campaña discreta, en la que no contó con la total confianza de sus técnicos, Alcáraz y Clemente. Disputó un total de 974 minutos, divididos en 22 encuentros: nueve como titular y trece como suplente, anotando un único tanto ante el Mallorca y viendo cuatro cartulinas amarillas. Aún así, su falta de oportunidades (y que a la postre concluyó con la falta de confianza de Vélez de cara a gol) tiene una excusa de calibre: la plantilla pimentonera contaba en sus filas con seis puntas de la calidad de Baiano (1717 minutos), Iván Alonso (2032 minutos) o Goitom (1813 minutos), y que, con todo, no estuvieron a la altura.
Pasando al plano puramente técnico-táctico, Vélez es un "9" clásico, muy corpulento (1,91 metros y 83 kilos) y que se encuentra muy cómodo en las inmediaciones del área. Posee un certero remate de cabeza y es un futbolista que puede aportar mucho si se buca un punta-referencia para bajar balones con el pecho y dejárselo de cara a las incorporaciones de segunda línea, al estilo Drogba en el Chelsea (salvando las distancias, evidentemente). Por enorme y "tanque" que sea, no se queda en el área a la espera de recibir buenos balones sino que baja a recibir o para hacer de "frontón" con los centrocampistas para oxigenar el mediocampo cuando no encuentran estos espacios por donde meter el esférico. No es veloz y en limitadas ocasiones le veremos recibir el balón carrera, aún así, se defiende con el "cuero" en los pies y sabe aprovechar su imponente cuerpo para mantener el balón. Sus movimientos con el balón controlado son muy cortos, apenas se mueve con el esférico pero necesito muy poco espacio para armar su pierna derecha, con la que es capaz de lanzar auténticos misiles que, si cogen portería, son muy difíciles de detener (aunque su precisión en el disparo no es su mejor arma). Hay dos cualidades que debería mejorar y en las que puede progresar: la precisión y sangre fría en los mano a mano y la visión de juego. La primera faceta nombrada podría tener fácil remedio si Joaquín Caparrós le proporciona la confianza que sus anteriores técnicos le han negado, de la misma manera en la que explotó ésta temporada Fernando Llorente. La visión de juego es una cualidad que le vendría muy bien al alavés, pues en ocasiones, cuando se encuentra fuera del área, abusa de su capacidad para armar en una "baldosa" la pierna y sacar un potente disparo cuando hay jugadores en banda mejor colocados para lograr espacios descuidados por los rivales o para lograr situaciones de superioridad numérica. Íñigo es, además, un jugador que no se achanta en los canchas rivales y, de alguna manera, no necesita tanto como otros el cariño del público para rendir al máximo nivel. En ése sentido, el delantero puede aportarle goles a un equipo que el pasado año tan sólo anotó 18 tantos lejos de su feudo, por 22 en San Mamés. Eso sí, lo que realmente hay que mejorar fuera de Bilbao es la concentración defensiva, pues se encajaron 29 goles, por 14 en casa. Por extraño que parezca, también el último fichaje del Athletic puede aportar mucho. Su enorme e imponente cuerpo, bien utilizado en la presión, puede incomodar mucho a centrales que carecen de técnica a la hora de sacar el balón jugado. Por ahí se empieza a defender. Aúpa "Iñigol"!

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