Ismael, el prodigio por el que Izco explotó

En las últimas fechas mucho se viene hablando del joven Isma López en la prensa. El motivo de su creciente fama no es otro que ser el máximo responsable de que el Bilbao Athletic ocupe puestos de Play Off, con sus tres goles en otros tantos partidos. Esto provoca que Caparrós, que le ha tenido las dos últimas pretemporadas a sus órdenes, le haya citado para entrenar con los mayores, consciente de que es una de las más firmes promesas del club. Nacido en Iruñea en 1990, perteneció a Osasuna hasta que el Athletic se decidió a ir a por él en verano de 2005. A pesar de lograr la contratación, las relaciones entre rojillos y Athletic quedaron muy deterioradas, pues a Patxi Izco no le sentó nada bien de que nos adueñaramos de la joya de Tajonar.

Así pues, la temporada 2005-06 jugó en el Cadete A, el correspondiente a su edad. Su buen hacer en el cadete, su internacionalidad con la sub-15, y sus goles le valieron para pasar directamente al juvenil de Julen Guerrero la temporada siguiente, sin pasar por el Juvenil B. A las ordenes de Julen estaba la generación más ilusionante de los últimos tiempos: Ismael, Berchiche, Sanjosé, Ander Vitoria, Eraso, Eraña... Fueron los primeros y únicos pupilos que tuvo el mítico `8´, pues Macua decidió prescindir de él la pasada campaña, dado que el equipo no superó las espectativas. A pesar de lo mala que fue esa temporada, Isma marcó 8 tantos en 26 partidos y fue campeón del mundo sub-17, jugando como interior zurdo titular, y compartiendo vestuario con varios jugadores vascos como Morgado (ex de Alavés, ahora en el Sanse), Ander Vitoria, Berchiche (que no pudo estar por una lesión) y el prometedor Illarra, del Sanse. Además, cabe citar que Bojan y Mérida también figuraban en esa lista. Su gran campaña propició que el Arsenal le ofreciera un contrato en el equipo reserva cobrando 300.000 euros anuales, el cual el jugador desestimó a pesar de que en el Athletic sólo le garantizaban ficha del filial. Una demostración de fidelidad a los colores que no hicieron Berchiche y Sanjosé, que se fueron ese mismo año. Uno de los factores que más pesó en él para quedarse fue el ver que Caparrós contaría con jugadores jovenes sin vacilar.

De ese modo, la pasada campaña se enroló en el Bilbao Athletic, que estrenaba entrenador (Kike Liñero), y presentaba un plantel de lujo, aunque Susaeta, Ion Vélez y Koikili, tres de los pilares de Kike subieron a la primera plantilla. A Ismael le costó hacerse un hueco en la plantilla, porque parte de la pretemporada la hizo con el primer equipo, y la otra parte estuvo concentrado con la sub-19 en Japón, donde jugó el Mundial en Septiembre, por lo que no pudo formar parte íntegra de la plantilla hasta mediados de octubre, pues antes de eso disfrutó de unas merecidas vacaciones. A partir de entonces jugó 25 partidos e hizo diana en siete ocasiones, lo que le valió para ser máximo goleador del Bilbao Athletic. Sus goles fueron vitales para evitar el descenso de categoría, y Caparrós lo llevó a todos los amistosos en los que jugadores de la cantera participaron. Ismael fue la estrella de estos amistosos junto al precoz Iker Muniain. En verano de 2008 Joaquin Caparrós ha podido contar con él en varios amistosos, en los que ha dejado clara su movilidad y desparpajo, y el resto de pretemporada se ha ejercitado a las ordenes de Liñero, que para esta temporada le ha entregado los galones del filial, e Isma le ha devuelto esa confianza con tres goles en tres partidos, uno de ellos ante el Santiago de bellísima factura.

Sobre el comportamiento de Isma en el campo, hemos de destacar su polivalencia. Él encaja en la mayoría de disposiciones tácticas que podamos probar: Como extremo zurdo en un 4-4-3, como segudo delantero en un 4-4-2, como mediapunta en un 4-2-3-1, como único punta si el equipo juega a la contra, e incluso ha jugado como extremo derecho, aunque no creo que sea necesario utilizarle en esta demarcación, pues en Lezama hay interiores diestros a patadas. Es muy sacrificado a la hora de defender, y no le importa bajar hasta su área si vuelve de ella con el balón cosido al pié, pues tiene un regate eléctrico, un gran primer paso y un cambio de ritmo sencillamente espectacular. A pesar de parecer bajito, mide 1,80 metros, por lo cual suele ser participe de las jugadas a balón parado. Gran saltador, el remate de cabeza es uno de sus pocos peros. Es un jugador muy veloz, aunque a veces peca de individualista; Salvando las distancias, nos encontramos ante un juador tipo Messi, zurdo como él, más alto, pero que no suele jugar a banda cambiada, por lo que en vez de romper las defensas con diagonales, cuando juega por la izquierda, su jugada favorita es llegar a la línea de fondo y desde allí inventar, ya sea en solitario o mediante paredes con otro compañero.

Ya sabemos su nombre, lo siguiente será cumplir con las expectativas que genera. En sus piés (y en la confianza que le den sus entrenadores) está ser un nuevo Etxeberria, o ser un Jonan más (en su día denominado mejor cadete de España, y una de las mayores promesas internacionales, que actualmente juega en el Aris de Salónica). Suerte Isma.